Unos presupuestos, los de 2018, que suponen un cambio de orientación en el gasto social y en la recuperación de derechos de los empleados públicos
Es evidente que, tras 10 años de profundos recortes, resultaba imposible recuperar en un solo ejercicio presupuestario todas las pérdidas acumuladas. No obstante, los Presupuestos 2018 deben verse como un cambio de ciclo político y económico, pues suponen un incremento del gasto social, (cuyo aumento debe consolidarse en los próximos años), y detienen la “poda” de derechos padecida por los empleados públicos en salarios, derechos y empleo, poniendo en valor la negociación colectiva en las Administraciones Públicas, al reproducir en su totalidad el Acuerdo para la mejora del empleo público y condiciones laborales suscrito por FeSP-UGT el pasado 9...
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