“Feminazis, bolleras, feas, fanáticas, insatisfechas, locas, radicales, marimachos, odia hombres, libertinas y un largo etcétera” son los adjetivos descalificativos más frecuentes que solemos escuchar las feministas de quienes no piensan como nosotras. El feminismo siempre estuvo denostado por tres razones fundamentales: la primera, porque es un movimiento de mujeres, y claro, eso ya es malo de por sí, ya que las mujeres nunca hemos aportado nada bueno, ya que somos manipuladoras, competitivas, mentirosas, sensibleras, menos inteligentes y con menos cualidades para todo excepto para fregar y cuidar, seamos o no feministas, estos clichés los soportamos todas.
La segunda razón del ataque al feminismo, tenemos muy claro en UGT Andalucía, es que intenta transformar el mundo en todos sus aspectos, haciéndolo más justo para la mitad de la población, las mujeres. Y claro, queda la otra mitad, la privilegiada: los hombres, que son machistas, violentos, insensibles, incapaces de controlar sus impulsos sexuales, y son los beneficiados en esa forma de organizar la vida, pues tienen la riqueza, el poder y la visibilidad.
Ese ideario feminista de transformar el mundo afecta, además, a todas las esferas de la vida, empezando por lo más privado que tiene el ser humano: el sexo. El feminismo lucha contra los acosos y las violencias sexuales, contra la prostitución y la trata, el feminismo entiende que el sexo no se paga, ni se impone, ni es una obligación marital, el feminismo defiende el consentimiento como punto de partida para tener relaciones sexuales, el consentimiento entre iguales.
La familia tal y como viene establecida también está en el punto de mira del feminismo: defendemos las relaciones igualitarias libres de violencia de género, desmontando el amor romántico que trasmite un amor donde las mujeres son sumisas y los hombres dominantes. UGT Andalucía defiende la IGUALDAD: que mujeres y hombres tengan pleno desarrollo profesional e iguales salarios, que se casen solo si ambos quieren, que tomen por igual decisiones, y que se corresponsabilicen en las tareas domésticas y de cuidados, con menores educados sin estereotipos, para que puedan desarrollar sus vidas de la misma forma siendo niños o siendo niñas.
Los estereotipos son mentiras, son limitadores del desarrollo de la personalidad y además son discriminatorios. El machismo se sustenta de estereotipos: ni las mujeres somos sumisas ni los hombres son violentos, pero se nos educa para que así sea. No todos los hombres son machistas, ni violentos, ni todas las mujeres víctimas, pero todos los asesinos machistas son hombres y todas las víctimas de violencia de género son mujeres (junto con sus hijos e hijas). Para UGT Andalucía decir que la violencia no tiene género es negar una evidencia, con el único fin de mantener la superioridad de los hombres sobre las mujeres tanto en las relaciones de pareja como en general.
Los partidos de extrema derecha, la élite social más conservadora, más religiosa, no concibe un mundo con las premisas feministas: la desigualdad actual es la base del mundo que quieren mantener, donde unos pocos hombres ricos y poderosos son los que mandan, a costa de la desigualdad entre géneros, la desigualdad entre clases y la desigualdad entre continentes. El miedo al cambio, las mentiras, el descontento y la repetición de los mismos mensajes son su forma de hacerse populares y ganar votos, es lo que ha pasado en España y en Andalucía. A pesar del apelativo “feminazis” que podría traducirse como exterminadoras de machistas o peor aún exterminadoras de hombres, el feminismo es el movimiento social más pacífico que ha existido, nunca ha ejercido la violencia para imponerse, es un acto de defensa ante la violencia machista en todas sus formas. Desde UGT Andalucía lo decimos bien claro: el feminismo no mata, el machismo sí, todos los días y en todos los lugares del mundo.
Podría añadir otra razón por la que el feminismo está en el punto de mira de los partidos y organizaciones ultra conservadoras, no es la reivindicación sobre el derecho a decidir de las mujeres sobre su cuerpo en cuanto al tema del aborto, o que los vientres de alquiler no deja de ser comerciar con el cuerpo de las mujeres más pobres. Creo que el feminismo escuece porque ha pasado a ser mayoritario, porque el movimiento feminista junto al que UGT ha luchado, conseguimos parar una reforma de la ley del aborto con las movilizaciones del tren de la libertad, porque hemos denunciado a manadas, porque las manifestaciones más masivas y con más gente joven que ha habido en los últimos años han sido las del 8 de marzo, porque estamos hablando de la 4ª ola feminista y más multitudinaria. La razón es que les da miedo el auge del feminismo.
No ser feminista es ser machista, no hay un término medio. La ideología de género es feminismo, la violencia contra las mujeres por el mero hecho de serlo es violencia de género. Tener claros los términos es fundamental para poder parar discursos basados en mentiras, que tratan de discriminar a las mujeres con respecto a los hombres, esto no es una guerra entre sexos, es una lucha social, el feminismo liberal trata de confundirnos y cambiar conceptos para que no haya cambios, para que todo siga igual.
Por todo esto, UGT se identifica plenamente con la palabra feminismo, UGT es feminista, y entendemos que nuestro papel es fundamental en la defensa del derecho a la igualdad de las mujeres, inalcanzable sin igualdad laboral y económica. Nuestras banderas formarán parte de las masivas movilizaciones todos los 8 de marzo en todas las ciudades, reivindicando: centros de trabajo libre de discriminaciones y acoso contra las mujeres, con derechos suficientes de conciliación y sin penalización laboral por ejercerlos; igualdad salarial entre mujeres y hombres; equiparación de los derechos del tiempo completo a las trabajadoras de tiempo parcial; dignificación de los sectores feminizados en las condiciones y salarios, como limpieza, ayuda a domicilio, camareras de piso, valoración del talento de las mujeres y garantizar su representación igualitaria en lo público; y mantenimiento de servicios públicos de calidad en torno al cuidado de menores y personas dependientes.
UGT Andalucía, mujeres y hombres de izquierdas, sindicalistas, y feministas sabemos que romper con los estereotipos es liberador, que para vencer hay que convencer, nunca mentir, y que la igualdad es el único futuro al que nos queremos dirigir.
Cristina García Romero
Secretaria de Igualdad y Juventud de UGT Andalucía